Una carcasa de plástico diseñada a medida no sólo permite desarrollar una solución ligera pero robusta, sino que permite al fabricante dar al dispositivo el aspecto adecuado también.
A diferencia de las carcasas metálicas, el plástico permite formas más estéticas, sobre todo por el trabajo del grosor. Por ejemplo, en un entorno como un laboratorio, médico o cosmético, se utilizan formas redondas y piezas en bruto de aspecto higiénico.
En un entorno de producción industrial en el que un dispositivo está expuesto a la suciedad, el polvo, los aceites o los productos químicos, los diseñadores de productos prefieren utilizar colores como el negro, el gris y el plateado, y siguen prefiriendo las formas redondas y modernas para dar al dispositivo un aspecto moderno y vanguardista. Los fabricantes de productos electrónicos tienen dos objetivos cuando trabajan en una nueva producción.
En primer lugar, el producto debe ofrecer funciones de valor añadido a su usuario y, en segundo lugar, su aspecto externo debe estar en consonancia con su grupo objetivo. Robusto, pero ligero y estéticamente adaptado a su mercado, esto es lo que aporta LTP a su éxito comercial.